Texto de Luis G. Abbadie, publicado en la web el Grimorio de Black John.
"¿Qué son las Usanzas de los Caminos Cruzados? Es el saber caminar por la Encrucijada, marchar la Ronda en Torno, danzar en las Colinas Redondas, brincar el Cerco y saltar por el tiro hasta el Sabbat bajo las Colinas. Es atender al llamado del Maestro, preservar el Fuego, pisar donde la Dama pisa y encontrar la Rosa que crece en la Tumba.
Es una Vertiente Tradicional que se nutre de la Brujería del pasado, ésa que al no haber lugar para Covens en un mundo hostil a los brujos, ha subsistido en las usanzas familiares, en las transmisiones orales de una generación a otra, brotes preservados en espera de encontrar nuevo suelo fértil y eventualmente florecer, de retoño a árbol, una vez más.
Bajo las Colinas, la Serpiente de la Tierra fluye, murmurando con su fuerza intemporal; la fuerza primigenia del Territorio del cual todos hemos brotado. Y por las venas de la tierra, se desliza la Serpiente de Fuego, la Llama oculta que nutre a las cosas vivas, llamas de la Llama, como lo es el Fuego de Astucia en cada uno de nosotros. Y allí, donde los canales de la tierra se encuentran, allí donde los Caminos se cruzan, se abre el Camino oculto; desde las profundidades de Elphame, el Fuego de la fragua se alza por el camino vertical, a lo largo del Stang del Maestro, hasta brotar sobre su frente cornuda, una Llama de Astucia que revela la realidad oculta del ante-mundo. Allí, en los Caminos Cruzados, marchamos en Torno a la Piedra del Molino, encendemos la Llama nutriente y al pronunciar los viejos nombres, las palabras antiguas, la Colina se abre para recibirnos.
Quien se adentra por primera vez a buscar los Caminos Cruzados debe explorar la noche y las tinieblas para allí encontrar la Luz reveladora, el Fuego de la Astucia; tiene que apartarse de los caminos seguros y bien definidos de los místicos y esotéricos más conocidos y difundidos, dejar esas sendas bien allanadas por un sinnúmero de huellas, y abrirse paso entre la maleza, los matojos y los espinos, allí por donde parece que no hay ningún camino; y si persiste y la Vieja Destino lo decide, cuando mire abajo encontrará que una senda muy clara y firme se encuentra bajo sus pies, como si siempre hubiera estado allí.
El aprendizaje no lo puede brindar ningún manual práctico, ningún curso o seminario; no se trata de estudiar determinadas lecturas, llevar a cabo ciertos ejercicios, y luego pasar a aprender otra cosa. El conocimiento es la vivencia, y la vivencia engendra la Sabiduría, a través de símbolos y movimiento, de lugares y caminos, de fuego, piedras y agua. Únicamente así aprenderás a entrar en el Territorio, a avivar el Fuego, a escuchar al Viento, a re-cordar tus pasos y a vestir con las pieles de una bestia para andar con sus pasos y mirar con su mirada.
Sólo de esta manera podrás marchar hasta el Cruce de Caminos, saludar a las Fae y ver cómo la Colina se abre ante ti para acogerte…"