Durante el equinoccio de primavera se celebra la festividad de Ostara, que varia entre el 20 y el 23 de Marzo según el año. Durante el equinoccio el dia y la noche tienen la misma duración, estan en perfecto equilibrio, y por lo tanto es un buen momento para hacer balance en nuestra vida, ver lo que queremos dejar atrás y lo que queremos abrazar, y tomar las decisiones adecuadas siendo conscientes de nuestros límites para tener una vida más equilibrada.
La diosa que da nombre a esta festividad es Eostre, una diosa sajona cuyo nombre proviene de Austro, que significa brillar. Eostre también significa "estrella del Este", haciendo referencia a la estrella de la mañana, el lucero del alba, o sea, el planeta Venus. Ella es la diosa del alba y la primavera, y rige la fertilidad en este momento del año. Según el mito pagano, con variaciones dependiendo de la tradición, la Diosa se une con el Dios, ambos jóvenes y fértiles, y juntos conciben un hijo que nacerá nueve meses depués, en Yule (21-23 de diciembre). Es un momento del año de gran fertilidad y crecimiento.
En esta época los huevos empiezan a abundar, y regalar huevos coloreados es una antigua costumbre pagana que ha sobrevivido hasta nuestros tiempos, una forma de desear prosperidad a nuestres seres queridos. De forma simbólica, al igual que los polluelos, debemos romper el cascarón y salir de nuestro estado de hivernación, abrazar la primavera y los nuevos proyectos que ella nos trae.
Por otro lado la liebre de Marzo siempre ha sido un símbolo de fertilidad y prosperidad. Esta liebre tiene una vida más nocturna que diurna, pero en Marzo, cuando entran en zelo se dejan ver fácilmente durante el dia. Este tipo de liebre es tan fértil que puede gestar una segunda ventrada cuando aún no ha dado a luz a la primera. En esta época los árboles reverdecen y las flores se abren para ofrecer su dulce néctar, empieza la polinización y vemos mariposas, abejas y otros insectos por doquier.
En muchas zonas, sobretodo en las latitudes más frías, empieza el momento de sembrar las semillas que consagramos en Imbolc. En latitudes más calientes es el momento de trasplantar el plantel al huerto. Sea como sea, la tierra debe ser arada y el suelo preparado para acoger la promesa de la primavera. Así mismo nosotros también debemos prepararnos y dejar espacio en nuestro interior para poder acoger nuevos proyectos.
La diosa que da nombre a esta festividad es Eostre, una diosa sajona cuyo nombre proviene de Austro, que significa brillar. Eostre también significa "estrella del Este", haciendo referencia a la estrella de la mañana, el lucero del alba, o sea, el planeta Venus. Ella es la diosa del alba y la primavera, y rige la fertilidad en este momento del año. Según el mito pagano, con variaciones dependiendo de la tradición, la Diosa se une con el Dios, ambos jóvenes y fértiles, y juntos conciben un hijo que nacerá nueve meses depués, en Yule (21-23 de diciembre). Es un momento del año de gran fertilidad y crecimiento.
En esta época los huevos empiezan a abundar, y regalar huevos coloreados es una antigua costumbre pagana que ha sobrevivido hasta nuestros tiempos, una forma de desear prosperidad a nuestres seres queridos. De forma simbólica, al igual que los polluelos, debemos romper el cascarón y salir de nuestro estado de hivernación, abrazar la primavera y los nuevos proyectos que ella nos trae.
Por otro lado la liebre de Marzo siempre ha sido un símbolo de fertilidad y prosperidad. Esta liebre tiene una vida más nocturna que diurna, pero en Marzo, cuando entran en zelo se dejan ver fácilmente durante el dia. Este tipo de liebre es tan fértil que puede gestar una segunda ventrada cuando aún no ha dado a luz a la primera. En esta época los árboles reverdecen y las flores se abren para ofrecer su dulce néctar, empieza la polinización y vemos mariposas, abejas y otros insectos por doquier.
En muchas zonas, sobretodo en las latitudes más frías, empieza el momento de sembrar las semillas que consagramos en Imbolc. En latitudes más calientes es el momento de trasplantar el plantel al huerto. Sea como sea, la tierra debe ser arada y el suelo preparado para acoger la promesa de la primavera. Así mismo nosotros también debemos prepararnos y dejar espacio en nuestro interior para poder acoger nuevos proyectos.